Lo esencial para descubrir Angers

Angers, una ciudad natural

Conocida por su calidad de vida, Angers figura regularmente entre las ciudades más verdes de Francia. Con el doble de espacios naturales que la densidad media nacional, la ciudad ofrece una inmersión total en la naturaleza.

Pasee por los parques y jardines del centro de la ciudad, como el Jardin des Plantes o el Jardin du Mail, y disfrute de paseos en bicicleta a lo largo del río Maine. Angers también es famosa por su parque temático de la naturaleza Terra Botanica, que la convierte en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Cuenta con un rico patrimonio y castillos emblemáticos

Angers, capital histórica de Anjou, alberga uno de los 22 castillos del Loira, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. El castillo de Angers, con sus 17 imponentes torres, se yergue orgulloso sobre el río Maine. En su interior se encuentra el famoso Tapiz del Apocalipsis, una obra maestra de la tapicería medieval única en Europa.

Mientras pasea por el centro histórico, déjese seducir por las casas con entramado de madera y las calles adoquinadas, testigos de un pasado medieval próspero.

En la ruta del vino del Valle del Loira

Situada en el corazón de tres rutas del vino del valle, Angers es el punto de partida ideal para explorar los viñedos de Anjou-Saumur. Conozca a viticultores apasionados y deguste una amplia gama de vinos: blancos secos y afrutados, tintos con cuerpo, rosados delicados y finas burbujas espumosas. Los circuitos enoturísticos, como el del Château de Brissac y los viñedos de Aubance o el de Coteaux et panoramas du Layon, le llevarán por encantadores paisajes vitícolas y pintorescos pueblos.

Paseos por el Valle del Loira

Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, el valle ofrece impresionantes panorámicas. En Angers, el Loira y sus afluentes, como el Mayenne, el Loir y el Sarthe, crean paisajes de una belleza impresionante. Puede hacer un crucero en una gabarra tradicional, navegar en canoa o en bicicleta por las orillas.
Las Basses Vallées Angevines, un humedal característico con una flora y fauna excepcionales, es un remanso de paz para los amantes de la naturaleza.