Antes de encontrar la ruta adecuada, encuentre la bicicleta de grava adecuada
En primer lugar, volvamos a una cuestión técnica y muy discutible: ¿qué es grava y qué no lo es? Es una pregunta amplia, pero vale la pena planteársela. El ciclismo de grava o gravel es ante todo una práctica, que consiste en conducir de forma deportiva sobre terrenos mixtos. Es decir, que es lo mismo si te apetece ir a toda velocidad por una bonita y lisa carretera asfaltada que por un sendero cuando se presenta.
Al final, podría hacerlo con una bicicleta de montaña, una bicicleta híbrida o incluso con la vieja bicicleta de semiprofesional del abuelo. Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de una bicicleta de grava? Bueno, es una bicicleta que se adapta mejor al propósito descrito anteriormente. Una bicicleta de grava es muy parecida a una bicicleta de carretera, pero cuya geometría y periféricos se han adaptado para su uso en carretera. Una posición más alta, neumáticos más anchos, transmisiones más robustas, frenos de disco. Lo más frecuente es mantener los manillares curvados (manillares de carretera o dropbars), pero también se pueden encontrar manillares planos (flatbar).