Es un lugar inmenso pero que ofrece una atmósfera acogedora y cálida gracias a su cuidada decoración y a las atenciones que presta el personal. Los sofás de terciopelo invitan a instalarse cómodamente y conversar durante horas, acompañados por una merienda o una tabla de embutido. Si lo prefieres, también puedes sentarte en la gran barra de madera rubia y observar a los bármanes mientras elaboran los deliciosos cócteles de la carta. El menú de mediodía cambia regularmente y ofrece una cocina...